IMPRESIONES: "Artista (de mierda) confiesa", de Rubén de León y Juan Manuel Correa
UNO. Más allá de ser considerado y reconocido como uno de los mayores escritores de literatura de ciencia ficción, y de ser –tal vez, visto desde nuestra actualidad 2022– el más icónico y prolífico de todos ellos –autor de treinta y seis novelas (la primera, publicada en 1955) y ciento veintiún relatos (el primero, publicado en 1952)–, Philip K. Dick a menudo basó sus historias en su propia experiencia vital, y construyó universos alejados del género “ciencia ficción”, más cercanos al realismo americano de los suburbios, retratados desde una mirada crítica, singular, periférica, marginal, que le permitió desplegar en la escritura su lucidez obsesiva, paranoica, esquizofrénica y alucinada: tal es el caso de Confesiones de un artista de mierda , publicada en 1975 y que él mismo consideraba una de sus mejores novelas. El reconocimiento de la crítica le llegó en 1963 por su novela El hombre del castillo . Aunque fue aclamado como un genio en el ámbito de la ciencia ficción, siguió si