IMPRESIONES: "Imaginaria", de Pablo Iglesias y Nico Sorrivas
#IMAGINARIA
Imaginaria. De imaginario. Vigilancia que se hace por turno durante la noche en cada dormitorio colectivo. Cada uno de los turnos de que se compone la imaginaria. Soldado que presta un servicio de imaginaria. El imaginaria dio la voz de alarma. Del lat. imaginarius. Que solo existe en la imaginación. Repertorio de elementos simbólicos y conceptuales de un autor, una escuela o una tradición. Imagen simbólica a partir de la que se desarrolla una representación mental. Imaginario colectivo. Imagen que un grupo social, un país o una época tienen de sí mismos o de alguno de sus rasgos esenciales.
En “Imaginaria”, de Pablo Iglesias, todas estas
acepciones de la palabra aparecen. Alguien vigila el territorio, la casa, el
espacio familiar. Alguien que solo existe en la imaginación y que es al mismo
tiempo -y sin contradicciones- real, transmuta en símbolo que nos hace
desarrollar una representación mental. Alguien se convierte en pantalla o
espejo para reflejar/reflexionar la imagen de ese país que éramos [ya no], de
ese país que somos [ya no], de ese país que alguna vez seremos [ya no].
#UNA CANCIÓN LINDA Y TRISTE
“Pedacito de
cielo a mí me sigue pareciendo linda, aunque sea triste, es linda. Como
vos, mamá. Linda y triste. Como la vida”. Así dice el personaje HIJO DE AYER en
“Imaginaria”, e inmediatamente se burla de su poesía fronteriza con lo cursi. Definición,
explícita en este caso y aplicable al texto como un todo. Esta escritura de
Pablo Iglesias es a la vez linda y triste. Una obra diestramente escrita por
alguien que conoce el lenguaje, el oficio, los procedimientos, la manera de
producir efectos, las piezas de la construcción. Y es también mucho más que un
notable ejercicio de las formas. Es una obra que se lee con los ojos húmedos,
la garganta anudada, y una sonrisa cálida que aparece y desaparece.
#ESTÁBAMOS TODOS, DESPUÉS NO
Cuatro palabras. Condensación perfecta. Poesía. El
verso se repite, una y otra vez, en el texto “Perplejidad” de Gabriela Elena,
parte de su notable espectáculo “Canciones de la perplejidad”. Síntesis
absoluta y extrema, casi cual ejercicio de laboratorio de un lingüista
estructuralista chomskiano, para descubrir la estructura profunda, la macro, la
abstracción total bajo la superficie que es el texto. Y esa abstracta y
contundente macro-estructura profunda, es la aparece en este caso como
“Imaginaria”. El texto de Pablo Iglesias, es, entre otras cosas, pero
fundamentalmente, esas cuatro palabras nunca dichas explícitamente. Se trata de
una obra de personajes presentes y ausentes. Se trata de una obra en la que el
ausente está en presencia todo el tiempo. Y se trata de una de esas obras en la
cual la presencia del ausente puede ser percibida por un personaje, pero no por
otro. Y de las infinitas posibilidades de ese juego que hemos visto jugar. ¿Quién ve y quién no ve? ¿Cómo interpreta
aquello que ve y escucha quien no ve ni escucha al ausente/presente? Y
mientras juega a ese juego, mientras se monta en esa tradición y ese género,
Pablo Iglesias arma una red de vínculos, una familia tejida con todos los
detalles necesarios, todas las tensiones, amores y dolores fraternos, maternos,
paternos, filiales. ¿Quiénes forman parte de la familia? ¿Los muertos? ¿Los que
se fueron? ¿(Solo) los que nos quedamos (solos)? Estábamos todos. Después no.
#HABÍA UNA VEZ UN PAÍS
Allá lejos y hace tiempo. 1982. Había una vez un
país. ¿Estuviste en La Plaza el 2 de abril? Yo no. Había estado un mes atrás.
Otro contexto, otros cantos, otras consignas. No fui a La Plaza el 2 de abril.
No celebré nada. No festejé nada. “Imaginaria” tiene la virtud de no decir unas
cuantas cosas, de no nombrarlas, de no mostrarlas nunca de frente. La palabra
“Malvinas” no es dicha nunca en la obra. Solo aparece una vez en la acotación
inicial de la primera escena. Podría no estar allí tampoco. Todos sabemos de
qué se habla. Algunos por el recuerdo, otros por los relatos. Pero se habla de
mucho más: se habla del ciclo de aparecer y desaparecer. Estar y dejar de
estar. Y tampoco “se habla” estrictamente de nada. Si no que sucede. Se cuenta
un cuento particular y específico de un grupo familiar de cuatro integrantes
[¿o tres o dos o uno?]. La inteligencia mimética y narrativa de Pablo Iglesias,
su manejo del diálogo, su capacidad para crear un mundo y particularizarlo, el
modo de crear el espacio dramático visible y el aludido hacen que [teatro
mediante] en “Imaginaria” todo sea si no real, al menos dolorosamente
existente.
#RECUERDOS PERSONALES
La primera obra de teatro que dirigí (“Inolvidable”)
fue en Espacio TBK, en el marco del Ciclo Teatro Incierto -Héctor Segura
mediante-, tras haber sido seleccionado en ese concurso de dramaturgia y
“premiado” con la obligación de dirigir mi propia obra. La segunda obra que
dirigí (“Atado al cuello”) fue en Buenavía Teatro, el espacio de Pablo
Iglesias, con quien el destino (un poco empujado por Mauricio Kartún y otro
poco por Pol-ka) nos unió en torno a la escritura. Y la tercera –y última- obra
que dirigí (“Umbral”) volvió a ser en Espacio TBK con Héctor Segura como
productor de nuestra cooperativa. Las vueltas de la vida, linda y triste según
Pablo, hacen que ahora todo esto se junte en un mismo espaciotiempo y sea Pablo
quien ha sido premiado esta vez en el Ciclo Teatro Incierto y yo quien prologue
su texto/obra editada por Héctor. ¿Se puede ser más feliz? Todavía estamos
todos. [Después no].
#DEL TEXTO AL ESPECTÁCULO
En su momento, cuando el texto de "Imaginaria" de Pablo Iglesias, ganó el Concurso de Dramaturgia organizado por Espacio TBK de Héctor Segura, escribí este extenso prólogo para su publicación, en un intento por señalar algunas de las múltiples virtudes y hallazgos del enorme trabajo de Pablo como dramaturgo. También tuve el placer de presenciar el ensayo general del espectáculo que, con dirección de Nicolás Sorrivas se estrenó en el Teatro Callejón. Nico, con su equipazo de intérpretes, le ponen el cuerpo, saltan al vacío y se hacen cargo de su tarea: hacer que la función suceda, que la vida viva, que la respiración respire.
Dos hijos y su madre.
Todxs hacen un trabajo impresionante, a la altura del hecho por Pablo en la escritura de este mundo, de esta Imaginaria.
Recomiendo por completo, sin dudas, volver al teatro, ver Imaginaria.
Gracias por hacer tan bien su trabajo. Gracias por la intensidad. Y como diría Benedetti, gracias por el fuego.
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